"La evaluación de la pureza de los diamantes es esencial para determinar su valor. El GIA utiliza una escala que va desde 'Flawless' (sin imperfecciones) hasta 'Included' (inclusiones visibles) para evaluar las inclusiones, las cuales afectan la claridad y transparencia del diamante. Al examinar la naturaleza, posición y visibilidad de estas inclusiones, se asigna un grado de pureza. Un grado más alto indica una mayor pureza, aumentando así el valor del diamante y resaltando su calidad y rareza."

El quilate, equivalente a 0,20 gramos, desempeña un papel fundamental en la evaluación de los diamantes. Además de representar la unidad de peso estándar, el quilate influye de manera determinante en el valor y la rareza del diamante. La precisión en la evaluación de esta medida es esencial para comprender completamente la preciosidad y la singularidad del diamante.

El color de un diamante es un elemento crucial en su evaluación. La escala, desarrollada por el Instituto Gemológico de América (GIA), varía de D (incoloro) a Z (con trazas de color visibles). Los diamantes más cercanos al grado D se consideran más valiosos, ya que reflejan la luz sin interferencias de color, resaltando su calidad y rareza.

El tallado del diamante es fundamental en su evaluación. Un tallado bien ejecutado optimiza la refracción de la luz, contribuyendo a la brillantez y luminosidad del diamante. El GIA evalúa el tallado según criterios como proporción, simetría y acabado, asignando grados desde "Excelente" hasta "Deficiente". Un tallado de calidad aumenta el valor general del diamante.